Los presos de ETA camuflarán sus homenajes como pide el PSOE para reforzar la alianza Otegi-Sánchez

Fernando Grande-Marlaska Ortega Lara
Xabier Ugarte, secuestrador de Ortega Lara, tras salir de prisión en 2019.
Rafael Gallego

Los presos de ETA han anunciado su intención de poner fin a las fiestas de homenaje y recibimientos públicos a los terroristas tras su salida de prisión. Esto no significa que vayan a acabar con estos recibimientos -que el PSOE se negó a prohibir hace ahora un mes-, sino que la propuesta es la de sustituir los actos de exaltación pública de terroristas por recepciones «discretas en el ámbito privado».

Esta era una exigencia que el PSOE había planteado el nuevo líder del socialismo vasco, Eneko Andueza, en relación a la posibilidad de llegar a alcanzar el Gobierno autonómico en alianza con Bildu. Tal y como informaba OKDIARIO hace menos de dos semanas, el propio Andueza aseguraba que «el tiempo nos dará las claves de si estamos o no preparados para cosas grandes».

Ahora llega el primer movimiento por parte del colectivo etarra. Lo han anunciado en un comunicado a través de los diarios Berria y Naiz. En el mismo, los presos de la organización terrorista señalan que «entienden» que las víctimas de ETA puedan sentirse «heridas» por los ongi etorri (bienvenidas) públicos, por lo que han decidido que las recepciones se desarrollen únicamente en un ámbito «privado y discreto».

El propio líder de la formación proetarra, Arnaldo Otegi, anunciaba en una entrevista con Pablo Iglesias hace escasas fechas en CTXT que su partido ya estaba dando los pasos necesarios para acabar gobernando el País Vasco junto a los socialistas. «Sin duda estamos allanando el camino para hacer normal lo que en la vida política y social ya es normal», aseguraba el líder abertzale. Ese anuncio se plasma ahora en el paso dado por los terroristas etarras.

«Seguir el camino emprendido»

«Por medio de este comunicado, EPPK traslada a nuestros familiares, amigos y compañeros, y a la sociedad vasca, que desea que los recibimientos que se nos hacen al salir a la calle se produzcan de modo privado y discreto, siguiendo el camino emprendido en general en estos últimos meses», sostienen en su comunicado. «De aquí en adelante, únicamente queremos recibimientos en un espacio privado entre allegados», insisten.

Los reclusos de ETA afirman que «hay personas que han expresado honestamente que sienten dolor con los ‘ongi etorri’ públicos». «Son personas damnificadas a consecuencia de las acciones de nuestra militancia del pasado y comprendemos que puedan sentirse dolidas», añaden.

El EPPK afirma que los presos tienen derecho a «recibir el abrazo de sus allegados» tras «largos años y condiciones durísimas de prisión», pero recuerda que las víctimas «han expresado que los actos públicos de recibimiento les provocan dolor». «Decimos con claridad que nuestro deseo es aliviar todo sufrimiento y abrir nuevas opciones, ir sanando heridas y fortalecer la convivencia entre la ciudadanía vasca», argumenta el colectivo de reclusos etarras.

Por este motivo, y según esgrimen tras consultar a los miembros del colectivo encarcelados en España y Francia y «dando continuidad a otras decisiones tomadas y otros pasos anteriores», el EPPK «considera conveniente» que la «alegría» por ser excarcelados sean compartida por los allegados que les esperan en «la misma puerta de la cárcel» o con quienes les reciben «de modo discreto».

El EPPK enmarca esta decisión en «una aportación individual y colectiva» a «la paz y al reconocimiento del sufrimiento de los demás», que se suma al suyo propio y al de sus familiares.

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